domingo, 24 de junio de 2012

FRENTE PROLETARIO DE PERIODISTAS Y TRABAJADORES DE LA COMUNICACIÓN



PRIMER MANIFIESTO


Queridos camaradas:

Las contradicciones capitalistas que exhiben el desequilibrio entre la fuerza de trabajo empleado por la clase obrera con relación a sus ganancias, no son ajenas a quienes trabajamos en los medios de comunicación.

Como la inmensa mayoría de la clase trabajadora en México, quienes laboramos en medios, tanto en el oficio periodístico como en el diseño, edición, formación, impresión, ventas, publicidad, logística, administración, reparto, afanadores, recepción o dirección, padecemos precariedad laboral debido a la violación de nuestro derecho a acceder a plena seguridad social, prestaciones legales, contrato colectivo o individual de trabajo, horas extras remuneradas o salario justo.

Se nos quiere obligar a aceptar condiciones indignas de empleo al exigirnos cumplir con nuestro trabajo, pero negándonos lo indispensable para dar cumplimento: viáticos, equipamiento, intercambiables, sólo por mencionar elementos comunes, los cuales deben ser pagados con nuestros propios salarios, los cuales, tan sólo en la ciudad de Pachuca, capital del Estado de Hidalgo, se devalúan hasta en menos de 10 salarios mínimos al mes, según la cotización establecida por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos para reporteros y reporteros gráficos en medios impresos; es decir, menos de 1 mil 500 pesos mensuales por más de ocho horas de trabajo.

El problema se agrava de tal manera que, hoy en día, en los medios considerados de mayor impacto en el Estado, existen casos de madres solas que sobreviven con un salario de reportera de menos de 20 salarios mínimos, sin días de descanso, ni seguridad social, ni prestación laboral alguna o contrato limitado o de plano, inexistente. Es decir, se trabajo sin que el empresario mediático reconozca en lo formal alguna relación laboral, dejando al trabajador en la indefensión si ocurriera algún accidente de trabajo; y entre accidentes o riesgos de trabajo se encuentra, por supuesto, la posibilidad de ser asesinado en el octavo país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, con más de 70 asesinatos a periodistas ocurridos en 12 años, 11 de los cuales, han sucedido tan solo en lo que va del 2012.

A esto se aúnan climas de violencia laboral que quedan impunes por culpa de la indefensión contractual y el chantaje perverso del creciente desempleo de periodistas, comunicólogos, diseñadores y técnicos, sin diferencia entre quienes cuentan con experiencia y quienes recién egresan de las universidades.

A propósito, se puede afirmar que, cada semestre, las universidades están arrojando al desempleo a decenas de egresados de licenciatura en comunicación o diseño , al existir fuentes de empleo suficientes ni interés por abrirlas o crearlas, habiendo casos donde medios de comunicación que han prescindido de toda una plantilla de redacción, cobrando tan sólo por publicar información oficial, o en el mejor de los casos, subcontratando reporteros (outsourcing), pagándoles mediante recibos de honorarios cuyos impuestos generados les absorben hasta el 40 por ciento de su ingreso.

Así, el ramo de la comunicación social y el periodismo en Hidalgo está sujeto prebendas políticas en el sector público y a precariedad en el privado, de manera que, estudiante de comunicación o diseño que quiera emplearse en el ramo para el cual dedico años de estudio y dinero, deberá elegir aceptar entre condiciones ínfimas de trabajo, insertarse en un modelo de corrupción política gubernamental o de plano, dedicarse a otra cosa.

Pero la precariedad laboral de periodistas y trabajadores de la comunicación no solamente es una condición o consecuencia de las violaciones a la Ley Federal del Trabajo, sino también una herramienta de dominación del aparato de Estado para privar o, en muchos casos, negar nuestro derecho natural a la libertad de expresión e información.

La relación de poder entre los dueños de medios de comunicación y el Gobierno se basa en un tejido de coacción política, comercial y financiera mediante los llamados “Convenios de colaboración informativa”, en los cuales se compromete la línea editorial de una empresa mediática a cambio de dinero público. Así, la supervivencia de cualquier medio de comunicación en Hidalgo como en la mayoría de los Estados y a nivel Federal, depende de los ingresos de publicidad oficial, pero sobre todo, del presupuesto al “apoyo informativo”, consentido por dueños de empresas mediáticas con sumas de hasta un millón y medio al mes. Este es el costo de lo que se dice y no se dice en medios, pero también, es el costo de nuestra precariedad laboral. Mientras los dueños de medios se enriquecen con dinero público, los periodistas y trabajadores de la comunicación nos empobrecemos más mediante salarios que se hunden cada vez más por debajo de la inflación.

Pero lo más grave de esto es que, enterrado en la maraña de corrupción política y económica tejida por medios y Gobierno, queda el derecho del pueblo a ser informado con libertad.

Cabe mencionar también, que esa es una explicación al por qué, autoridades y dueños de medios no están interesados en investigar y dar con los responsables de los asesinatos a periodistas.


Queridos y queridas camaradas, periodistas, trabajadores y movimientos sociales:

Sin periodistas libres, no hay periodismo real. Sin periodismo real, no hay sociedades libres.

Por eso es necesario socializar los medios de comunicación. Es decir, poner el periodismo en manos de los periodistas. Dejar de emplear nuestra fuerza de trabajo a cambio de ganancias ínfimas y violencia laboral. En pocas palabras, dejar de hacer periodismo para enriquecer al empresario y empobrecer periodistas. Porque, mientras el empresario necesita de los periodistas para hacer periodismo, los periodistas no necesitamos del empresario para hacer periodismo; periodismo de verdad, libre, autónomo, periodismo que sirva al a verdad y no al dinero o al poder partidista.

Como enseñó el gran periodista polaco Ryszard Kapuscinski: “Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”.

Si para el empresario o el Estado la información es negocio, los periodistas debemos estar por la verdad.

Para eso es necesario emanciparnos. Acabar con ese aparato de corrupción mediática que viola nuestros derechos y libertades y que amenaza con recrudecerse con el intento de los monopolios mediáticos de llegar a la Presidencia de la República; al mismo tiempo que, desde la reacción burguesa, se pretende aprobar la Reforma Laboral que acabaría con el justo derecho de la clase obrera de organizarse para defender sus derechos frente al poder económico.

Por eso es impostergable luchar por un Sindicato. Un sindicato que logre el reconocimiento de un contrato colectivo de trabajo. Un Sindicato que logre para periodistas y trabajadores de la comunicación todas las prestaciones que por ley le corresponden. Un Sindicato que proteja la vida y la dignidad de los periodistas. Un Sindicato que le garantice a los nuevos periodistas, a los nuevos comunicólogos, a los nuevos diseñadores, a los nuevos informáticos y a los nuevos técnicos, empleo, seguridad social, prosperidad para ellos y sus familias. Un Sindicato que rompa con los vicios de los Convenios de colaboración informativa. Un Sindicato que logre una Ley de Medios para democratizar los aparatos públicos de radio, televisión y prensa. Un Sindicato que logre la aprobación de una Ley de protección a periodistas y haga funcionar como debe la Fiscalía de Atención a Delitos contra periodistas. Un Sindicato para garantizar al pueblo plena libertad de información, expresión y manifestación. Un sindicato científico que abogue por el crecimiento académico, la efectividad laboral y sepa interpretar el cambio dialéctico de su gremio y las sociedades. Un Sindicato para una sociedad sin explotados ni explotadores. Un Sindicato clasista y democrático, anticapitalista y socialista.

¡Por un Sindicato de Periodistas y Trabajadores de la Comunicación!

¡Emancipación, justicia, verdad y liberad!

¡Por una prensa popular!

¡Proletarios de todos los países, unios!

Frente Proletario de Periodistas y Trabajadores de la Comunicación

Pachuca, Hidalgo, a 24 de junio de 2012


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